Hoy no es mi cumpleaños, ni navidad, ni día de reyes, ni es ninguno de esos días en los que esta “permitido” pedir deseos... sin embargo, debo decir que cierro los ojos ...
Imaginando una carta amarrada en un globo hacia el cielo...
Imaginando las velitas de mi pastel...
Sabiendo que si lo pido con todas mis fuerzas Diosito (que es “gueno”) me lo habrá de conceder ...
Digo que hoy, quisiera, de todo corazón:
Que mientras me pesa la mirada, me cansa la cabeza, se me eriza la piel, pueda recostarme y entonces... una mano acaricie mi cabello, me abrace la cintura y me susurre una ilusión.
Sólo un deseo que se refleja en un suspiro.
Friday, December 14, 2007
La Luna de Borges y La Luna de Sabines
Hoy no me siento la luna de Sabines, hoy soy la luna de Borges.
No me llamen, no me busquen, hoy estoy así, alejada o, lejana. Distante, separada, fría, soberbia, melancólica.
Sí, radiante, pero no para tí.
Ahogada en mí, con plata en los ojos, brillo para todos. (Y para mí, ¿Quién?)
Brillo en lo alto, pero no salvo, ni consuelo, ni lleno, ni desintoxico.
Estoy, para verse, pero hoy ya nadie necesita la luna de Sabines, hoy nadie me requiere de amuleto, no encuentro quien salvar del ahogo o la asfixia, no hay a quien curarle el corazón, a quien estimular o a quien hipnotizar.
Hoy la luna, no es la primera luna, no hay Adán, espera... ¿Cómo te llamas? ¡Mucho gusto!
En el cielo te espero, para bajar a cuidarte, abrazarte, amarte, a dejar de ser de Borges ... y volver a ser la de Sabines.
No me llamen, no me busquen, hoy estoy así, alejada o, lejana. Distante, separada, fría, soberbia, melancólica.
Sí, radiante, pero no para tí.
Ahogada en mí, con plata en los ojos, brillo para todos. (Y para mí, ¿Quién?)
Brillo en lo alto, pero no salvo, ni consuelo, ni lleno, ni desintoxico.
Estoy, para verse, pero hoy ya nadie necesita la luna de Sabines, hoy nadie me requiere de amuleto, no encuentro quien salvar del ahogo o la asfixia, no hay a quien curarle el corazón, a quien estimular o a quien hipnotizar.
Hoy la luna, no es la primera luna, no hay Adán, espera... ¿Cómo te llamas? ¡Mucho gusto!
En el cielo te espero, para bajar a cuidarte, abrazarte, amarte, a dejar de ser de Borges ... y volver a ser la de Sabines.
Wednesday, December 5, 2007
Vacacionando - Viviendo
En época de vacaciones mucha gente sale de viaje en carretera ... la verdad es que adoro los viajes en carretera, la emoción de salir, las canciones del camino, la compañía, el aire, el calor, la ilusión, la desesperación, el cansancio ... llegar y también volver ¡Uff! ... Todo eso me hace pensar que un viaje en las vacaciones bien podría compararse con el viaje por la vida, un brief de nuestra existencia ... en él pasan tantas cosas, como...
Encontrarse, perderse, rendirse, empezar, terminar, con un rumbo, con un punto, equipados, con experiencias, con mejoras, con fracturas, con parajes, con paisajes, con cambios de clima, con cambios de rumbo, con rutas alternas, casetas de cuota, tramos aburridos, tramos de curvas, vueltas peligrosas, áreas de deslave.
Con señalamientos, signos, otros conductores, accidentes...
También es coincidir, planear, buscar, organizar, convivir, ceder, detenerse, respirar, cargar, descargar, recorrer, recordar, mirar, adivinar, intentar, elegir, moverse, continuar...
Siempre hay: encuentros, posibilidades, alianzas, ayudas, rescates...
Siempre va uno, con una intención, o sin una intención, porque nos llevan, otras nosotros somos quien llevamos ... pero vamos... y por ello aquí seguimos.
Los veo más adelante.
P.D. Si encuentras una playa linda con palapas, avísame, también si encuentras un hotel espectacular, lo mejor del viaje de la vida (y no de unas solas vacaciones) es que uno puede disfrutar ambas cosas, encóstraselas, apoderarse de ellas y llenar la mente, los pulmones y el alma de todas esas experiencias, de todos esos viajes, de todas las vacaciones, carreteras y fotos.
Encontrarse, perderse, rendirse, empezar, terminar, con un rumbo, con un punto, equipados, con experiencias, con mejoras, con fracturas, con parajes, con paisajes, con cambios de clima, con cambios de rumbo, con rutas alternas, casetas de cuota, tramos aburridos, tramos de curvas, vueltas peligrosas, áreas de deslave.
Con señalamientos, signos, otros conductores, accidentes...
También es coincidir, planear, buscar, organizar, convivir, ceder, detenerse, respirar, cargar, descargar, recorrer, recordar, mirar, adivinar, intentar, elegir, moverse, continuar...
Siempre hay: encuentros, posibilidades, alianzas, ayudas, rescates...
Siempre va uno, con una intención, o sin una intención, porque nos llevan, otras nosotros somos quien llevamos ... pero vamos... y por ello aquí seguimos.
Los veo más adelante.
P.D. Si encuentras una playa linda con palapas, avísame, también si encuentras un hotel espectacular, lo mejor del viaje de la vida (y no de unas solas vacaciones) es que uno puede disfrutar ambas cosas, encóstraselas, apoderarse de ellas y llenar la mente, los pulmones y el alma de todas esas experiencias, de todos esos viajes, de todas las vacaciones, carreteras y fotos.
Sunday, November 25, 2007
En un instante
Un nudo en la garganta, una brisa en los ojos y un temblor en el corazón.
(mi cabeza sólo sirvió para redactar esa línea)
(mi cabeza sólo sirvió para redactar esa línea)
Wednesday, November 21, 2007
Te diría que ...
Yo te diría que estoy bien, pero sería mentirte
Te diría que te extraño, pero en realidad sólo es a veces
Te diría que estoy saliendo con alguien, pero no tengo razón para contarte
Te diría que adoro mi trabajo, aunque en realidad estoy muy cansada
Te diría que todavía te quiero, pero eso es algo que ya sabes
Te diría que siento que ya te estoy olvidando, sin embargo escribo pensando en tí
Te diría que me encanta verme sonreír todos los días, pero al poco rato me da melancolía
Te diría que aún estoy triste, pero la verdad me siento mucho mejor
Te diría "hasta mañana", pero eso sería muy incierto
Te diría tantas cosas... pero me quedé desvariando y perdí la concentración
(como verás hay todo y nada que decir, así pasa cuando se sienten, viven y experimentan tantas cosas a la vez)
Te diría que te extraño, pero en realidad sólo es a veces
Te diría que estoy saliendo con alguien, pero no tengo razón para contarte
Te diría que adoro mi trabajo, aunque en realidad estoy muy cansada
Te diría que todavía te quiero, pero eso es algo que ya sabes
Te diría que siento que ya te estoy olvidando, sin embargo escribo pensando en tí
Te diría que me encanta verme sonreír todos los días, pero al poco rato me da melancolía
Te diría que aún estoy triste, pero la verdad me siento mucho mejor
Te diría "hasta mañana", pero eso sería muy incierto
Te diría tantas cosas... pero me quedé desvariando y perdí la concentración
(como verás hay todo y nada que decir, así pasa cuando se sienten, viven y experimentan tantas cosas a la vez)
Tuesday, November 6, 2007
-Sin título- (después lo pienso)
Uno siempre espera cosas, y más de aquellos a quién uno quiere. Supongo que es un error. No sé si el error sea en general esperar, o esperar de ellos, ¿será que uno espera de los otros lo que uno haría, diría, vería, sentiría por ellos en su lugar?
Supongo que no se puede esperar, medir, reclamar, valorar al otro como se hace a uno mismo, (a final de cuentas a uno mismo, lo reconozcamos o no, siempre se le mide con un estándar alto, siempre la crítica es fuerte, siempre exigente, intolerante incluso) simplemente porque el otro, no es uno mismo, no ve con nuestros ojos, no siente con nuestro corazón, no vive con nuestra experiencia, no busca con nuestra ilusión.
El hecho es que yo sé en mi cabeza que no debo esperar. No debo esperar de ti, de él, de todos, de algunos de ellos... ¡De nadie!
Si no espero, lo que sea que llegue será bueno, ¿o no?, pero, ¿Cómo es que puede no esperarse?
Yo espero que Karla me llame, que Sandra me escriba, que Diego me recuerde, que Fer me busque, que Paco me quiera, que Claudia me apapache, que uno que otro me sueñe, que alguien mas me necesite, que exista quien me admire, quien me ilusione, quien me contemple, quien me ría, quien se ría, quien me lea.
La verdad es que se que casi siempre espero de todos, lo que espero de mí, y los compadezco, porque de mí espero ... ¡Tanto! Pero de verdad tanto, que tal vez nunca se llegue al tope, ¡Uff! La verdad es que la que me da pena soy yo.
Y sé que no he de esperar, he de recibir lo que venga, sonreír y agradecer. De todo corazón, a cada quien, gracias. Por que sé que aún cuando no me piensen, o me sueñen, o me extrañen, ni me olviden, o me toquen, o me sientan como yo, igual lo hacen de algún modo, o como sea lo hacen en mí (y de esto último sí estoy segura).
Le dejo un beso a cada uno y estoy segura que los sentiré y me los topare pronto, seguramente, cuando no lo espere.
O.K. Tal vez no se deba esperar nada, pero sí se debe soñar todo. ¿Eso sí será correcto? ¡No tengo idea! Seguramente todo es un regalo, y simplemente los regalos no se pueden esperar, sólo recibir, y entregar.
No se pierdan tanto que les extraño, no en un sentido, en dos, en lo que yo siento de ida para ustedes y lo que siento de regreso de ustedes a mi, porque hay que vivir en dos sentidos, en el ir y venir. En las palabras que son escritas y leídas, las canciones cantadas y escuchadas, los golpes recibidos y curados, las lagrimas lloradas y secadas, las sonrisas dibujadas y encontradas, los sentimientos sentidos y sentidos de nuevo, por los dos, por todos, por cada uno, en ida y vuelta.
Hoy como siempre, aquí estoy soñando, sintiendo y viviendo tanto, que ya algún día, cuando nos encontremos, les contaré sabiendo que siempre estuvieron en mí.
Supongo que no se puede esperar, medir, reclamar, valorar al otro como se hace a uno mismo, (a final de cuentas a uno mismo, lo reconozcamos o no, siempre se le mide con un estándar alto, siempre la crítica es fuerte, siempre exigente, intolerante incluso) simplemente porque el otro, no es uno mismo, no ve con nuestros ojos, no siente con nuestro corazón, no vive con nuestra experiencia, no busca con nuestra ilusión.
El hecho es que yo sé en mi cabeza que no debo esperar. No debo esperar de ti, de él, de todos, de algunos de ellos... ¡De nadie!
Si no espero, lo que sea que llegue será bueno, ¿o no?, pero, ¿Cómo es que puede no esperarse?
Yo espero que Karla me llame, que Sandra me escriba, que Diego me recuerde, que Fer me busque, que Paco me quiera, que Claudia me apapache, que uno que otro me sueñe, que alguien mas me necesite, que exista quien me admire, quien me ilusione, quien me contemple, quien me ría, quien se ría, quien me lea.
La verdad es que se que casi siempre espero de todos, lo que espero de mí, y los compadezco, porque de mí espero ... ¡Tanto! Pero de verdad tanto, que tal vez nunca se llegue al tope, ¡Uff! La verdad es que la que me da pena soy yo.
Y sé que no he de esperar, he de recibir lo que venga, sonreír y agradecer. De todo corazón, a cada quien, gracias. Por que sé que aún cuando no me piensen, o me sueñen, o me extrañen, ni me olviden, o me toquen, o me sientan como yo, igual lo hacen de algún modo, o como sea lo hacen en mí (y de esto último sí estoy segura).
Le dejo un beso a cada uno y estoy segura que los sentiré y me los topare pronto, seguramente, cuando no lo espere.
O.K. Tal vez no se deba esperar nada, pero sí se debe soñar todo. ¿Eso sí será correcto? ¡No tengo idea! Seguramente todo es un regalo, y simplemente los regalos no se pueden esperar, sólo recibir, y entregar.
No se pierdan tanto que les extraño, no en un sentido, en dos, en lo que yo siento de ida para ustedes y lo que siento de regreso de ustedes a mi, porque hay que vivir en dos sentidos, en el ir y venir. En las palabras que son escritas y leídas, las canciones cantadas y escuchadas, los golpes recibidos y curados, las lagrimas lloradas y secadas, las sonrisas dibujadas y encontradas, los sentimientos sentidos y sentidos de nuevo, por los dos, por todos, por cada uno, en ida y vuelta.
Hoy como siempre, aquí estoy soñando, sintiendo y viviendo tanto, que ya algún día, cuando nos encontremos, les contaré sabiendo que siempre estuvieron en mí.
Thursday, October 25, 2007
Leyendo encontré...
Hay veces que uno mas que escribir, busca leer, no leer por leer, sino leer por encontrar, no se puede escribir porque no se sabe todo, o no se sabe sobre éso que se quiere escribir, y entonces, mejor se lee.
¿Qué es lo que uno hace cuando no sabe? – Diría mi tan recordado, respetado e incluso añorado (junto con las aulas, la universidad, los libros académicos y los amigos) Profesor de Amparo. – Se lee – Respondería él mismo, y después nosotros en coro más tarde, diríamos en su enseñanza.
Entonces yo leo y encuentro:
“Hay horas, horas, horas, en las que estas tan
ausente
que todo te lo digo.”
( de: Sitio de Amor, por Sabines)
Hago un silencio... pienso, recuerdo, dejo la tinta mía por ahora y sigo leyendo, buscando (y espero, encontrando). Hasta pronto.
¿Qué es lo que uno hace cuando no sabe? – Diría mi tan recordado, respetado e incluso añorado (junto con las aulas, la universidad, los libros académicos y los amigos) Profesor de Amparo. – Se lee – Respondería él mismo, y después nosotros en coro más tarde, diríamos en su enseñanza.
Entonces yo leo y encuentro:
“Hay horas, horas, horas, en las que estas tan
ausente
que todo te lo digo.”
( de: Sitio de Amor, por Sabines)
Hago un silencio... pienso, recuerdo, dejo la tinta mía por ahora y sigo leyendo, buscando (y espero, encontrando). Hasta pronto.
Saturday, October 13, 2007
Yo-yo, Yo-llo...
Te quiero, me quieres, te quiero, la quieres ¿a quién?
Te odio, te digo, me dejas, te "vuelvo", ¿volvemos?
Mañana te digo otra vez: "te quiero", da igual,
sólo sé que siento "...", quién entiende, entendió, quien no, !mejor!
Por mí llovió y por tí lloró ¿yo?
Yo-llo-(ro), yo-yo ... !éso sí es padre!
Hay (o solía haber) de mil colores, y con luz ... y con música!
Como las noches, y los días y los sueños.
Yo-llo-(ro), yo-yo, Yo-landa.
Yolanda mi amíga diría... "Éso a mí, me tiene con un p%&/(=! ca... pendiente"
(suspiro)
Así, ese tono irónico, que usa Yo-landa, a mí no me sale, porque yo-llo-(ro) hoy.
Mejor me río, porque "yo-landa" parece como Yo-"landia", entonces, es ...
la ciudad de Yo. O será la ciudad mía.
En esta ciudad mía llueve, yo lloro, si tu quieres... volvemos ... hasta mañana.
Te odio, te digo, me dejas, te "vuelvo", ¿volvemos?
Mañana te digo otra vez: "te quiero", da igual,
sólo sé que siento "...", quién entiende, entendió, quien no, !mejor!
Por mí llovió y por tí lloró ¿yo?
Yo-llo-(ro), yo-yo ... !éso sí es padre!
Hay (o solía haber) de mil colores, y con luz ... y con música!
Como las noches, y los días y los sueños.
Yo-llo-(ro), yo-yo, Yo-landa.
Yolanda mi amíga diría... "Éso a mí, me tiene con un p%&/(=! ca... pendiente"
(suspiro)
Así, ese tono irónico, que usa Yo-landa, a mí no me sale, porque yo-llo-(ro) hoy.
Mejor me río, porque "yo-landa" parece como Yo-"landia", entonces, es ...
la ciudad de Yo. O será la ciudad mía.
En esta ciudad mía llueve, yo lloro, si tu quieres... volvemos ... hasta mañana.
Tuesday, October 9, 2007
Algunas primeras veces.
Hace días que me mantengo ocupada y desobligada en mi escritura, pero tan concentrada en formar parte de la nueva vida, que estoy segura se perdona la tardanza.
Este proceso de adaptación esta lleno de muchas "primera vez"... Es pues ésta, la primera vez:
- Que me mudo de casa sin que sea con un motivo académico... y sin fecha cierta de regreso.
- Que vivo compleeetamente sola
- Que mi trabajo es la parte más importante durante la semana (aunque como disfruto las partes sin trabajo, cuando ... [blank])
- Que extraño ser pequeña y no añoro ser grande/adulto
- Que me desenamoro y me enamoro simultaneamente (al menos éso siento casi cada día, o de ¨perdis¨ cada semana)
- Que me cuentan un cuento hecho sólo para mí
- Que me doy cuenta que respiro y ... suspiro
- Que estoy convencida que sólo debo hacer cosas -léase, hacer todo- por mí. [¿Puedo decir que estoy convencida de éso, aún cuando no me salga todo el tiempo?]
Este proceso de adaptación esta lleno de muchas "primera vez"... Es pues ésta, la primera vez:
- Que me mudo de casa sin que sea con un motivo académico... y sin fecha cierta de regreso.
- Que vivo compleeetamente sola
- Que mi trabajo es la parte más importante durante la semana (aunque como disfruto las partes sin trabajo, cuando ... [blank])
- Que extraño ser pequeña y no añoro ser grande/adulto
- Que me desenamoro y me enamoro simultaneamente (al menos éso siento casi cada día, o de ¨perdis¨ cada semana)
- Que me cuentan un cuento hecho sólo para mí
- Que me doy cuenta que respiro y ... suspiro
- Que estoy convencida que sólo debo hacer cosas -léase, hacer todo- por mí. [¿Puedo decir que estoy convencida de éso, aún cuando no me salga todo el tiempo?]
Tuesday, September 4, 2007
Transformando sentimientos
He conseguido un nuevo amigo, lo hemos acordado así. Alguna vez fue un gran amor, otras un pésimo amor, en fin, fue un amor, así como sustantivo, con un fue antes, entonces en pasado.
El amor como sentimiento, me queda claro que no se fue, y no se fue porque se siente, aunque no se toca, y lo disimulamos, o nos lo tragamos, o bueno sí, sí, a veces lo mostramos (que no lo demostramos porque no es intencional, solo lo mostramos porque se nos sale en los ojos, en la sonrisa o en el ritmo con el que palpita el corazón).
[Nota al párrafo: no sé por qué terminé escribiendo en plural si estaba hablando de mí, creo que inferí que hay más gente que le pasa igual, tal vez alguien que me lee.]
Y en términos dramáticos diría… “… que no cabe en mi pecho, que me cala los huesos, que se ahoga en este mar de dolor… que me quema la carne y que me hierve la sangre… que me esta partiendo en dos la razón…”
Y en términos propios y lindos diría… mmm… remítanse a lo titulado: ¿Una Nueva Amistad?
Pero no, el sentimiento hoy no es igual. Hoy quiero conocerle, y quiero olvidarle.
Y como no puedo desaparecer el sentimiento (quien tenga trato conmigo dirá: ¡No! ¡No puedes! ¡Ya se ve que no!) Entonces, he optado por transformarlo.
Transformaré el deseo por amabilidad.
Transformaré la necesidad por disponibilidad para el consejo, el diálogo, el apoyo.
Transformaré un beso por una sonrisa.
Transformaré un abrazo … por otro abrazo.
Transformaré una ilusión … no no, ya no hablemos de ilusión, mejor hablemos de fe en mí y en el otro para construir en respeto y dedicación lo que estoy apostando será una buena amistad.
Transformaré la visión de un mismo camino por un bosque en dónde habremos de vivir, descubrir y avanzar, y en el que hemos marcado árboles para reunirnos, cuidarnos, contarnos los descubrimientos, darnos aliento y una patadita para seguir caminando.
Transformaré mi berrinche por una buena plática.
Transformaré un reclamo por una pregunta que diga: ¿Cómo te sientes? ¿Need anything? ¿Tú cómo vas?
Transformaré mi amor vulnerable, alocado, inestable, exigente, caprichoso, apasionado (ése que dejamos ir) por mi amor dedicado, paciente, dulce, franco, respetuoso e incondicional que se merece quien se convierte en mi amigo.
El amor como sentimiento, me queda claro que no se fue, y no se fue porque se siente, aunque no se toca, y lo disimulamos, o nos lo tragamos, o bueno sí, sí, a veces lo mostramos (que no lo demostramos porque no es intencional, solo lo mostramos porque se nos sale en los ojos, en la sonrisa o en el ritmo con el que palpita el corazón).
[Nota al párrafo: no sé por qué terminé escribiendo en plural si estaba hablando de mí, creo que inferí que hay más gente que le pasa igual, tal vez alguien que me lee.]
Y en términos dramáticos diría… “… que no cabe en mi pecho, que me cala los huesos, que se ahoga en este mar de dolor… que me quema la carne y que me hierve la sangre… que me esta partiendo en dos la razón…”
Y en términos propios y lindos diría… mmm… remítanse a lo titulado: ¿Una Nueva Amistad?
Pero no, el sentimiento hoy no es igual. Hoy quiero conocerle, y quiero olvidarle.
Y como no puedo desaparecer el sentimiento (quien tenga trato conmigo dirá: ¡No! ¡No puedes! ¡Ya se ve que no!) Entonces, he optado por transformarlo.
Transformaré el deseo por amabilidad.
Transformaré la necesidad por disponibilidad para el consejo, el diálogo, el apoyo.
Transformaré un beso por una sonrisa.
Transformaré un abrazo … por otro abrazo.
Transformaré una ilusión … no no, ya no hablemos de ilusión, mejor hablemos de fe en mí y en el otro para construir en respeto y dedicación lo que estoy apostando será una buena amistad.
Transformaré la visión de un mismo camino por un bosque en dónde habremos de vivir, descubrir y avanzar, y en el que hemos marcado árboles para reunirnos, cuidarnos, contarnos los descubrimientos, darnos aliento y una patadita para seguir caminando.
Transformaré mi berrinche por una buena plática.
Transformaré un reclamo por una pregunta que diga: ¿Cómo te sientes? ¿Need anything? ¿Tú cómo vas?
Transformaré mi amor vulnerable, alocado, inestable, exigente, caprichoso, apasionado (ése que dejamos ir) por mi amor dedicado, paciente, dulce, franco, respetuoso e incondicional que se merece quien se convierte en mi amigo.
Saturday, August 25, 2007
El G3
El G3
Hace un par de días se reunió el G3, como uno de los miembros lo definió, y a mí me resultó perfecto.
Somos el G3, amigos, casi hermanos, tan iguales y tan diferentes. Tan incomprensibles, tan nosotros tres.
Intereses sobre la guerra, no, más bien sobre la paz, y por lo tanto, la atención a los conflictos internacionales (que aún no sé si era por no atender a los personales), las políticas exteriores y la economía mundial nos unieron intelectualmente.
Afecto desmedido e incondicional (que es una virtud entre nosotros y un mal cuando se lo damos a ajenos) nos unieron personalmente.
Pasaron muchos años desde que éramos jóvenes que lo podíamos todo. Tampoco es que seamos los más viejos. Pero 10 años cambiaron nuestro perfil. Eran días en que nos comíamos el mundo, amábamos de todo corazón, nos pegábamos una y otra vez … y teníamos tanta, pero tanta energía; que seguíamos sin parpadear un minuto.
Si un día pierdo la memoria (y toco madera que hay en el escritorio desde dónde escribo) ellos dos, podrían reconstruírmela. También si un día pierdo el corazón, podrían re armarlo. (¡Ups! ¡Eso es una actividad diaria!).
Hoy nos duele; en general todo; mucho más, pero creo que cada uno, a su manera estamos buscando cómo curarnos, solos.
Si embargo, al final del día, sus palabras: me regañan, me motivan, me entusiasman, me preocupan, me ubican. Es como que pudiera sacar mi voz de mi cabeza y ponerla en alguien más. Yo no sé si quien lea estas palabras tenga ésa suerte. Yo tengo el regalo de dos voces, que suenan a mí, sin estar en mi cabeza, (con la enorme ventaja de que suenan a mí en mis momentos sensatos).
Fue increíble encontrarnos en un lugar de recuerdos y hablar como si nos viéramos cada día de nuestras vidas. Será porque cada día están en mi corazón.
Por momentos la evaluación y recuento de daños no sale como quisiéramos, será que los sueños estaban altos, que recontamos pronto, que nos volvimos exigentes, o que simplemente no tuvimos tantas fuerzas. La verdad es que no lo sé.
Creo que ahora somos más precavidos, cautelosos, y ¡sí! También más miedosos. El miedo no sé si porque los riesgos son mayores, los pasos a tomar más importantes, o que simplemente lo calculamos mejor que cuando todavía no teníamos credencial de elector.
Es que estamos en unos días en que queremos ser adultos-serios-responsables y calcular antes de decidir, y también queremos ser jóvenes-divertidos-intrépidos; habremos de ser los dos, sólo estamos aprendiendo a saber cuándo cada cosa.
Mientras tanto, lo mejor de ustedes, de nosotros. Aquello por lo que estoy profunda y sinceramente enamorada de éstos, mis dos grandes amigos; es porque aún cuando el mundo, el desarrollo profesional, otros amigos y lo amores me pidan que sea yo, fuerte, entusiasta, atrevida, prudente y enérgica; al final del día y al principio también, cuando quiera no ser nada o nadie, sólo yo, o cuando quiera ser enfadosa, llorona, chiqueada, berrinchuda, temerosa, soñadora y frágil estarán ustedes, que me amarán porque saben que soy un conjunto interminable de adjetivos, de virtudes y defectos, que se van cada minuto mostrando en diferentes intensidades y formas, y todas… En serio. ¡Todas! Las entienden, aunque no las justifiquen.
Por darme consejo, lo tome o no, por confiar cuando yo les doy uno, lo acepten o no, por los miles de días en que digo que quiero estar sola, y eso significa que quiero estar con ustedes.
Por los días en que yo no confío en mí, pero confío en ustedes y ustedes en mí.
Siempre, Gracias.
Hace un par de días se reunió el G3, como uno de los miembros lo definió, y a mí me resultó perfecto.
Somos el G3, amigos, casi hermanos, tan iguales y tan diferentes. Tan incomprensibles, tan nosotros tres.
Intereses sobre la guerra, no, más bien sobre la paz, y por lo tanto, la atención a los conflictos internacionales (que aún no sé si era por no atender a los personales), las políticas exteriores y la economía mundial nos unieron intelectualmente.
Afecto desmedido e incondicional (que es una virtud entre nosotros y un mal cuando se lo damos a ajenos) nos unieron personalmente.
Pasaron muchos años desde que éramos jóvenes que lo podíamos todo. Tampoco es que seamos los más viejos. Pero 10 años cambiaron nuestro perfil. Eran días en que nos comíamos el mundo, amábamos de todo corazón, nos pegábamos una y otra vez … y teníamos tanta, pero tanta energía; que seguíamos sin parpadear un minuto.
Si un día pierdo la memoria (y toco madera que hay en el escritorio desde dónde escribo) ellos dos, podrían reconstruírmela. También si un día pierdo el corazón, podrían re armarlo. (¡Ups! ¡Eso es una actividad diaria!).
Hoy nos duele; en general todo; mucho más, pero creo que cada uno, a su manera estamos buscando cómo curarnos, solos.
Si embargo, al final del día, sus palabras: me regañan, me motivan, me entusiasman, me preocupan, me ubican. Es como que pudiera sacar mi voz de mi cabeza y ponerla en alguien más. Yo no sé si quien lea estas palabras tenga ésa suerte. Yo tengo el regalo de dos voces, que suenan a mí, sin estar en mi cabeza, (con la enorme ventaja de que suenan a mí en mis momentos sensatos).
Fue increíble encontrarnos en un lugar de recuerdos y hablar como si nos viéramos cada día de nuestras vidas. Será porque cada día están en mi corazón.
Por momentos la evaluación y recuento de daños no sale como quisiéramos, será que los sueños estaban altos, que recontamos pronto, que nos volvimos exigentes, o que simplemente no tuvimos tantas fuerzas. La verdad es que no lo sé.
Creo que ahora somos más precavidos, cautelosos, y ¡sí! También más miedosos. El miedo no sé si porque los riesgos son mayores, los pasos a tomar más importantes, o que simplemente lo calculamos mejor que cuando todavía no teníamos credencial de elector.
Es que estamos en unos días en que queremos ser adultos-serios-responsables y calcular antes de decidir, y también queremos ser jóvenes-divertidos-intrépidos; habremos de ser los dos, sólo estamos aprendiendo a saber cuándo cada cosa.
Mientras tanto, lo mejor de ustedes, de nosotros. Aquello por lo que estoy profunda y sinceramente enamorada de éstos, mis dos grandes amigos; es porque aún cuando el mundo, el desarrollo profesional, otros amigos y lo amores me pidan que sea yo, fuerte, entusiasta, atrevida, prudente y enérgica; al final del día y al principio también, cuando quiera no ser nada o nadie, sólo yo, o cuando quiera ser enfadosa, llorona, chiqueada, berrinchuda, temerosa, soñadora y frágil estarán ustedes, que me amarán porque saben que soy un conjunto interminable de adjetivos, de virtudes y defectos, que se van cada minuto mostrando en diferentes intensidades y formas, y todas… En serio. ¡Todas! Las entienden, aunque no las justifiquen.
Por darme consejo, lo tome o no, por confiar cuando yo les doy uno, lo acepten o no, por los miles de días en que digo que quiero estar sola, y eso significa que quiero estar con ustedes.
Por los días en que yo no confío en mí, pero confío en ustedes y ustedes en mí.
Siempre, Gracias.
Friday, August 24, 2007
Definitividad, o no.
Siento una necesidad abrumadora de escribir. Pasaron muchos días. Honestamente quería no plasmar nada porque pasan y pasan cosas y no tengo conclusiones, respuestas, soluciones.
Definitividad. A veces eso quisiera. Hasta ahora que lo escribí me surgió una duda al respecto. A los 25 años no puede uno esperar definitividad. ¿O sí?
Creo que debo pensar mejor las palabras. Lo que necesito es: a) comienzo y, b) movimiento.
Necesito un comienzo definitivo, o determinante al menos, esto de ir y venir de un lugar a otro, de despedidas que no son despedidas, de bienvenidas que tampoco son bienvenidas, los “hasta luego”, y “nos vemos” vienen y van incansablemente.
(Es que…Uno no da un abrazo de “adiós” igual que uno de “hasta luego”.)
Movimiento, quiero movimiento. La parte de calentar motores, o de cursos introductorios o de intentos … ya necesito que se vaya.
No quiero definitividad entonces, para tenerla, en todo caso, habría de morir mañana. No creo que sea la idea. Si así fuera ¿Para que tanto ensayo, práctica y entrenamiento?
¿Cómo se vive hoy sin esperar mañana? Yo quiero mañana, me quiero mañana, te quiero mañana, te odio mañana, nos vemos mañana, te necesito mañana. Hoy te llamo para preguntar: ¿Estarás mañana?
Del otro lado del teléfono. – No sé si estaré mañana –
Y yo me quedo pensando. – Si no sabemos de mañana, ¿Por qué hoy no me quieres total y absolutamente?
Es por ello entonces, que quiero y espero… Mañana.
(Me despido esta vez, un tanto molesta, porque quería escribir sobre mí, y terminé escribiendo sobre ti. Es que se me mezclan las ideas. Mañana, intentaré de nuevo)
Definitividad. A veces eso quisiera. Hasta ahora que lo escribí me surgió una duda al respecto. A los 25 años no puede uno esperar definitividad. ¿O sí?
Creo que debo pensar mejor las palabras. Lo que necesito es: a) comienzo y, b) movimiento.
Necesito un comienzo definitivo, o determinante al menos, esto de ir y venir de un lugar a otro, de despedidas que no son despedidas, de bienvenidas que tampoco son bienvenidas, los “hasta luego”, y “nos vemos” vienen y van incansablemente.
(Es que…Uno no da un abrazo de “adiós” igual que uno de “hasta luego”.)
Movimiento, quiero movimiento. La parte de calentar motores, o de cursos introductorios o de intentos … ya necesito que se vaya.
No quiero definitividad entonces, para tenerla, en todo caso, habría de morir mañana. No creo que sea la idea. Si así fuera ¿Para que tanto ensayo, práctica y entrenamiento?
¿Cómo se vive hoy sin esperar mañana? Yo quiero mañana, me quiero mañana, te quiero mañana, te odio mañana, nos vemos mañana, te necesito mañana. Hoy te llamo para preguntar: ¿Estarás mañana?
Del otro lado del teléfono. – No sé si estaré mañana –
Y yo me quedo pensando. – Si no sabemos de mañana, ¿Por qué hoy no me quieres total y absolutamente?
Es por ello entonces, que quiero y espero… Mañana.
(Me despido esta vez, un tanto molesta, porque quería escribir sobre mí, y terminé escribiendo sobre ti. Es que se me mezclan las ideas. Mañana, intentaré de nuevo)
Friday, July 27, 2007
Pasear por el mundo y quedarse en casa
¿Por qué aquellos que nos hemos ido lejos, lejos de casa nos volvemos adictos a esa sensación?
Claro que uno esta lejos y quiere estar cerca y luego vuelves y no vuelves… y recuerdas…
Estar lejos de casa es sentirse libre, es vivir de noche y soñar de día, es tomar un cuento y hacerlo poesía.
Es salir de copas y ponerse jarra, es perder el tiempo y volver mañana. Es bailar con todos y no sentir nada.
Es buscar amores y encontrar pasiones.
Estar lejos de casa es vivir los sueños, es pintar el cielo, es sentir la Patria, es tenerlo todo y querer lo otro.
Es miles de cosas … que no sé como se explican en conjunto. Nada mas se sienten, es como … como vivir dos cosas, como que uno pudiera abrazar más. Luego regresas y eso es lo que se extraña. Como luego se extraña la casa, la cama, la almohada, el perro y el tráfico de la ventana de uno. (siempre que uno sea de una ciudad más o menos transitada, porque supongo que habrá quien extraña el sonido de los pajaritos cada mañana).
Al final uno se detiene, y lo que más quiere es llegar a una ciudad, a la propia o a otra, a una, en donde pueda llegar decidida a “adoptarla en mi corazón” (Así como Isabel Allende en su país inventado)
Claro que uno esta lejos y quiere estar cerca y luego vuelves y no vuelves… y recuerdas…
Estar lejos de casa es sentirse libre, es vivir de noche y soñar de día, es tomar un cuento y hacerlo poesía.
Es salir de copas y ponerse jarra, es perder el tiempo y volver mañana. Es bailar con todos y no sentir nada.
Es buscar amores y encontrar pasiones.
Estar lejos de casa es vivir los sueños, es pintar el cielo, es sentir la Patria, es tenerlo todo y querer lo otro.
Es miles de cosas … que no sé como se explican en conjunto. Nada mas se sienten, es como … como vivir dos cosas, como que uno pudiera abrazar más. Luego regresas y eso es lo que se extraña. Como luego se extraña la casa, la cama, la almohada, el perro y el tráfico de la ventana de uno. (siempre que uno sea de una ciudad más o menos transitada, porque supongo que habrá quien extraña el sonido de los pajaritos cada mañana).
Al final uno se detiene, y lo que más quiere es llegar a una ciudad, a la propia o a otra, a una, en donde pueda llegar decidida a “adoptarla en mi corazón” (Así como Isabel Allende en su país inventado)
Tuesday, July 24, 2007
Asir firmemente
Paseando por un mercado, de esos en los que hay miles de millones de cosas (¿Hay alguno en el que no tengan miles de millones de cosas? Si lo conocen me avisan para ni ir) y no puede faltar un puesto de libros usados, con un poco de suerte ya leídos, y si no pues sólo maltratadones, encontré una pasta roja en un tomo pequeñito, no sé si se notaba mucho o sólo me pareció a mí. Pero lo abrí y encontré:
“Asir firmemente. Es decir, el comité del Partido no sólo debe “asir” sus tareas principales sino que las debe “asir firmemente”. Se puede empuñar algo sólo cuando se lo agarra con firmeza, sin aflojar en lo más mínimo. Asir, pero no firmemente, es lo mismo que no asir. Naturalmente no se puede empuñar nada con la mano abierta. Tampoco se empuña nada cuando se cierra la mano como para tomar algo, sin apretarla con fuerza. Algunos de nuestros camaradas toman en sus manos las tareas principales, pero no lo hacen con fuerza y, por eso, no pueden realizar un buen trabajo. No asir, no se puede; asir sin firmeza, tampoco”
Entonces quedamos, que no es que yo quiera ser del Partido y no de ése partido, pero lo que nos interesa… es que pues diríamos nosotros: hay que agarrar las cosas en serio, hacerlas nuestras, vivirlas, no apachurrarlas hasta destriparlas pues, pero sí tenemos que… ok, como soy niña puedo decir, “abrazarlas”. Entonces hay que abrazar lo que sea que queramos con firmeza, con convicción.
Si asir algo sin hacerlo firmemente es como no asir, Caray! ¿Para que nos desgastamos? Perder energía por perderla tampoco se vale, mejor la concentramos en aquello que sí buscamos abrazar con firmeza. Sean pocas o muchas las cosas, pero las que sean, que sean con firmeza.
“(…) naturalmente no se puede empuñar nada con la mano abierta”… Dice por ahí, entonces, ¿Cómo será? ¿Abro el corazón y lo cierro pronto para que no se me vaya lo que entró? ¿Abro la mano, te doy lo que te ofrezco y la vuelvo a cerrar rápido rápido para que no se me escape lo que me diste? … o.k., o.k., esto estaba muy sentimental.
Encuentro lo que quiero, me dan una misión, un trabajo nuevo, proyecto, novio, amigo, hijo, escuela, estudio, habría que aceptarlo siempre que podamos asirlo con firmeza.
“Asir firmemente. Es decir, el comité del Partido no sólo debe “asir” sus tareas principales sino que las debe “asir firmemente”. Se puede empuñar algo sólo cuando se lo agarra con firmeza, sin aflojar en lo más mínimo. Asir, pero no firmemente, es lo mismo que no asir. Naturalmente no se puede empuñar nada con la mano abierta. Tampoco se empuña nada cuando se cierra la mano como para tomar algo, sin apretarla con fuerza. Algunos de nuestros camaradas toman en sus manos las tareas principales, pero no lo hacen con fuerza y, por eso, no pueden realizar un buen trabajo. No asir, no se puede; asir sin firmeza, tampoco”
Entonces quedamos, que no es que yo quiera ser del Partido y no de ése partido, pero lo que nos interesa… es que pues diríamos nosotros: hay que agarrar las cosas en serio, hacerlas nuestras, vivirlas, no apachurrarlas hasta destriparlas pues, pero sí tenemos que… ok, como soy niña puedo decir, “abrazarlas”. Entonces hay que abrazar lo que sea que queramos con firmeza, con convicción.
Si asir algo sin hacerlo firmemente es como no asir, Caray! ¿Para que nos desgastamos? Perder energía por perderla tampoco se vale, mejor la concentramos en aquello que sí buscamos abrazar con firmeza. Sean pocas o muchas las cosas, pero las que sean, que sean con firmeza.
“(…) naturalmente no se puede empuñar nada con la mano abierta”… Dice por ahí, entonces, ¿Cómo será? ¿Abro el corazón y lo cierro pronto para que no se me vaya lo que entró? ¿Abro la mano, te doy lo que te ofrezco y la vuelvo a cerrar rápido rápido para que no se me escape lo que me diste? … o.k., o.k., esto estaba muy sentimental.
Encuentro lo que quiero, me dan una misión, un trabajo nuevo, proyecto, novio, amigo, hijo, escuela, estudio, habría que aceptarlo siempre que podamos asirlo con firmeza.
Sunday, July 22, 2007
Creo que yo soy más tapatía
Hoy no me voy a poner a definir lo que es o no ser tapatío, para eso podría mejor recomendarles leer “Los Placeres de los Ojos: Guadalajara” de Dante Medina, que si no describe a los Tapatíos, si logró hace algunos años describir los lugares, costumbres, actitudes, y todo eso que caracteriza a la gente nacida en Guadalajara.
Resulta ser que uno de estos días me dijeron que no sé quien, pero alguien, igual era más tapatía que yo. (Todavía no sé si come más tortas ahogadas, habla más cantadito, se sabe perfecto las direcciones de los antros y bares de todo Tapatilandia, o en qué consista el argumento de mi compadre para decir que cierta persona es más tapatía que yo). Y así como no se de dónde salió el argumento, pues tampoco sé de dónde salió mi protesta, la cuál dice algo así:
Creo que yo soy más tapatía.
Si no estás seguro, no lo sé.
Pero sí sé que dicen “que nadie es profeta en su propia tierra”.
Y yo, sí he de ser profeta, porque mi tierra me enseñó mucho.
Y he de ser profeta, o poeta o plomero o lo que sea que tenga que ser.
Pero seré la profeta-tapatía, la poeta-tapatía, la turista-tapatía, la niña-tapatía, el dolor de cabeza-tapatío… Habré de ser lo que tenga que ser… Pero seré éso en versión tapatía.
Y me voy y regreso y me vuelvo a ir, y ahora estoy por aquí y no ahí (no en mi Guadalajara), y tengo que hacerlo, porque resulta ser que ahí soy sólo yo, y aquí soy yo-tapatía.
¿Ya viste? Yo soy más tapatía. Porque soy yo-ciudadana-tapatía-del-mundo. Porque en donde pisen mis pies, respirará mi nariz, observan mis ojos… Mi corazón seguirá siendo tapatío, mi alma volará hasta allá y llevaré entonces el aliento y la mirada con destellos tapatíos.
Soy yo, con mi nombre-tapatío.
P.D. creo que los que están ahí inmóviles, no pueden saber que son, porque no se ven con otros diferentes, y yo me pregunto: ¿Cómo decides qué eres si nunca te has puesto en un espacio para decidir, para conocerte, así, diferente?
Resulta ser que uno de estos días me dijeron que no sé quien, pero alguien, igual era más tapatía que yo. (Todavía no sé si come más tortas ahogadas, habla más cantadito, se sabe perfecto las direcciones de los antros y bares de todo Tapatilandia, o en qué consista el argumento de mi compadre para decir que cierta persona es más tapatía que yo). Y así como no se de dónde salió el argumento, pues tampoco sé de dónde salió mi protesta, la cuál dice algo así:
Creo que yo soy más tapatía.
Si no estás seguro, no lo sé.
Pero sí sé que dicen “que nadie es profeta en su propia tierra”.
Y yo, sí he de ser profeta, porque mi tierra me enseñó mucho.
Y he de ser profeta, o poeta o plomero o lo que sea que tenga que ser.
Pero seré la profeta-tapatía, la poeta-tapatía, la turista-tapatía, la niña-tapatía, el dolor de cabeza-tapatío… Habré de ser lo que tenga que ser… Pero seré éso en versión tapatía.
Y me voy y regreso y me vuelvo a ir, y ahora estoy por aquí y no ahí (no en mi Guadalajara), y tengo que hacerlo, porque resulta ser que ahí soy sólo yo, y aquí soy yo-tapatía.
¿Ya viste? Yo soy más tapatía. Porque soy yo-ciudadana-tapatía-del-mundo. Porque en donde pisen mis pies, respirará mi nariz, observan mis ojos… Mi corazón seguirá siendo tapatío, mi alma volará hasta allá y llevaré entonces el aliento y la mirada con destellos tapatíos.
Soy yo, con mi nombre-tapatío.
P.D. creo que los que están ahí inmóviles, no pueden saber que son, porque no se ven con otros diferentes, y yo me pregunto: ¿Cómo decides qué eres si nunca te has puesto en un espacio para decidir, para conocerte, así, diferente?
Saturday, July 21, 2007
¿Una Nueva Amistad?
Me encanta que seas mi amigo.
Adoro estar cerca de tí, pero no como antes.
Me gusta sentirte cerca.
Me gusta poder tocarte, así, con libertad.
Con un respeto autoritario que sale de no sé donde,
Con una dulzura que me nace de muy dentro de mí.
Sólo no he definido si me encanta o me enoja… cuando de repente, sin pensarlo, se me escapa “mi amor”.
Friday, July 20, 2007
Por la Feria de las Flores
Pues resulta ser que es la Feria de las Flores de San Ángel y yo anduve paseando por el Museo Soumaya y encontre la exposición temporal de Juan Soriano: Santo y Seña. Que según dicen es un “espacio lleno de color y vida como las flores”.
Total que había que caminar y seguir las instrucciones “Ahora busca un cuadro con unas flores amarillas dentro de una jaula…Escribe un cuento”.
Y el cuento dice…
Una vez se me apareció la muerte. La verdad me dio gusto. Es que entendí que si se me aparecía la muerte, es que yo tenía (tengo!) vida.
Todavía no sé si se me apareció caminando o si la encontré en mis sueños. Pero también soñar es estar vivo, ¿no?
Pasé días y días pensando en la muerte, que terminé temiendo. Al final me propuse vivir. (Así, como un firme compromiso).
Coincidió entonces que entre esos pensamientos me encontré deambulando en la casa de mi abuela.
Me encontré una jaula, en realidad parecía muerta, o sólo me lo pareció a mí. (Lo cierto es que ningún pájaro vivía en ella)
Pero el caso es que yo no quería verla muerta. Me acordé del Zinder, puse un vasito, un algodón y un frijolito.
Ahora, además de visitar a mi abuela debía regar el frijolito. Así en la jaula muerta creció un arbolito.
Y como la muerte andaba rondando… merodeando mi arbolito… en una de esas ¡Zaz! Que cierro la puerta.
Mi arbolito sigue creciendo, la muerte sigue encerrada, y yo sigo cada tres días visitando a mi abuelita… platicando de la vida y carcajeándome de la muerte.
A todo esto, el cuadro que había que encontrar se llama: La muerte enjaulada (1983). Busquen la pintura y escriban su cuento. (me gustaría leerlo)
Total que había que caminar y seguir las instrucciones “Ahora busca un cuadro con unas flores amarillas dentro de una jaula…Escribe un cuento”.
Y el cuento dice…
Una vez se me apareció la muerte. La verdad me dio gusto. Es que entendí que si se me aparecía la muerte, es que yo tenía (tengo!) vida.
Todavía no sé si se me apareció caminando o si la encontré en mis sueños. Pero también soñar es estar vivo, ¿no?
Pasé días y días pensando en la muerte, que terminé temiendo. Al final me propuse vivir. (Así, como un firme compromiso).
Coincidió entonces que entre esos pensamientos me encontré deambulando en la casa de mi abuela.
Me encontré una jaula, en realidad parecía muerta, o sólo me lo pareció a mí. (Lo cierto es que ningún pájaro vivía en ella)
Pero el caso es que yo no quería verla muerta. Me acordé del Zinder, puse un vasito, un algodón y un frijolito.
Ahora, además de visitar a mi abuela debía regar el frijolito. Así en la jaula muerta creció un arbolito.
Y como la muerte andaba rondando… merodeando mi arbolito… en una de esas ¡Zaz! Que cierro la puerta.
Mi arbolito sigue creciendo, la muerte sigue encerrada, y yo sigo cada tres días visitando a mi abuelita… platicando de la vida y carcajeándome de la muerte.
A todo esto, el cuadro que había que encontrar se llama: La muerte enjaulada (1983). Busquen la pintura y escriban su cuento. (me gustaría leerlo)
Thursday, July 19, 2007
El regreso-el comienzo (verdadero)
Hace algunas, en realidad muchas, semanas. Es decir, meses, hice caso de unos amigos y me dedique a escribir unas cuantas líneas para empezar “Decorando la Vida”.
Un espacio mío que al mismo tiempo que fuera personal, llegara a quienes explícitamente invité y también a otros que se lo toparan y agarrara por sorpresa.
Por un sin número de razones no volví a escribir. (Si somos honestos, he escrito mucho, pero por algún motivo he estado celosa de compartirlo.)
En aquel momento había mucho pasando en mi vida. Leí mis palabras (de aquél veintiúnico post) y creo que estaba convencida que todo iba en camino, con algún rumbo, no creo que supiera cual, pero sí uno, concreto y delimitado.
Hoy la búsqueda es mucho mayor, el reto es triple y yo no estoy segura de ser más grande, más capaz o más audaz (por poner algunos calificativos).
En resumen, para que no se me pierdan. Estamos ante ese rollo de enfrentarnos a volver al país de uno, a la familia, a un trabajo, a una casa, a todo lo que se supone que es la vida de uno. Pero resulta que se vuelve y las cosas están, pero no son lo mismo, o uno no es el mismo, o todo cambio, o nada cambio y yo sí, y ¿Ustedes, cambiaron?
¡Total! Este intento por decorar la vida requiere presencia, paciencia, carácter, determinación, decisión, rumbo, ideas, y sé que todos ésos sustantivos están por algún lado. Hoy los estamos descubriendo, o mejor dicho, re descubriendo.
Y si alguna vez dije que “no estamos solas”, es-ta-mos, significa que no estoy, yo, solita, tampoco y quiero-necesito-me-encantaría- vivirlo junto contigo. (Junto a cada uno de los que leen, comentan, o no len ni comentan pero están ahí, alrededor). Por ello, me atrevo a volver hoy, a llenar tus ojos, a pintar colores y a compartir, de alguna manera, el proyecto de hacer, o intentar hacer, de mi entorno, algo mío.
Hoy además, estoy convencida que para encontrar rumbo hay que dar pasos, esos pasos hay que planearlos, pensarlos, vivirlos y recordarlos. Por ello, volveré a este espacio, para algunos días planear cuáles pasos dar, otros pensar cómo darlos y otras veces recordar que fueron vividos.
Un espacio mío que al mismo tiempo que fuera personal, llegara a quienes explícitamente invité y también a otros que se lo toparan y agarrara por sorpresa.
Por un sin número de razones no volví a escribir. (Si somos honestos, he escrito mucho, pero por algún motivo he estado celosa de compartirlo.)
En aquel momento había mucho pasando en mi vida. Leí mis palabras (de aquél veintiúnico post) y creo que estaba convencida que todo iba en camino, con algún rumbo, no creo que supiera cual, pero sí uno, concreto y delimitado.
Hoy la búsqueda es mucho mayor, el reto es triple y yo no estoy segura de ser más grande, más capaz o más audaz (por poner algunos calificativos).
En resumen, para que no se me pierdan. Estamos ante ese rollo de enfrentarnos a volver al país de uno, a la familia, a un trabajo, a una casa, a todo lo que se supone que es la vida de uno. Pero resulta que se vuelve y las cosas están, pero no son lo mismo, o uno no es el mismo, o todo cambio, o nada cambio y yo sí, y ¿Ustedes, cambiaron?
¡Total! Este intento por decorar la vida requiere presencia, paciencia, carácter, determinación, decisión, rumbo, ideas, y sé que todos ésos sustantivos están por algún lado. Hoy los estamos descubriendo, o mejor dicho, re descubriendo.
Y si alguna vez dije que “no estamos solas”, es-ta-mos, significa que no estoy, yo, solita, tampoco y quiero-necesito-me-encantaría- vivirlo junto contigo. (Junto a cada uno de los que leen, comentan, o no len ni comentan pero están ahí, alrededor). Por ello, me atrevo a volver hoy, a llenar tus ojos, a pintar colores y a compartir, de alguna manera, el proyecto de hacer, o intentar hacer, de mi entorno, algo mío.
Hoy además, estoy convencida que para encontrar rumbo hay que dar pasos, esos pasos hay que planearlos, pensarlos, vivirlos y recordarlos. Por ello, volveré a este espacio, para algunos días planear cuáles pasos dar, otros pensar cómo darlos y otras veces recordar que fueron vividos.
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