Un abrazo, contigo o sin tí

¡Hola! Quiero un abrazo. – Te digo.
Y tú, mientras sigues frente al monitor y al mismo tiempo escuchando mi voz por tu celular, me contestas - Sí princesa.-

(“Sí princesa” ¿Qué?, o ¿Cómo? O ... No tengo idea de lo que quisiste contestar!)

Entonces yo, que no he terminado de matarme las neuronas (y de vez en cuando todavía se conectan unas con otras), entiendo que debo colgar y bajo cualquier justificación me despido de ti sin tener muy claro hasta cuando habré de volver a escucharte.

Me quedo entonces con este sentimiento mío. Este sentimiento...

Que es...

Es como comer un caramelo, uno pequeño, uno realmente dulce.
Uno que mientras lo comes de repente sabe acidito, no mucho, sólo lo necesario para no empalagar.
Quedamos que uno pequeño, de tamaño preciso para cerrar los ojos e imaginar y sentir...

Imaginar y sentir que...

El corazón carga un costal de colores
y entre la niebla suspira un millón de ilusiones.

Los ojos sueñan con olas y brisa, con risas y sal

Después las manos abrazan “vacío”, te convierto en un “niño”, te dejo pasar, me olvido de ti y regreso a soñar, contigo o sin ti.

Todo esto mientras el dulce (que desde antes sabíamos que era pequeño) se termina.

Con ganas.

Con ganas de sumergirme en los contratos, auditorías, consultas y cualquier otra cosa que surja en la oficina.

Con ganas de no tener cabeza para nada más.
Con ganas de no pensar en ti, ni en él, ni en nadie más.
Con ganas de ni pensar en mí para no pensar en ése que no está.

Con ganas de dormir y dormir y soñarlo tanto, que termine asqueada de él, así, luego despertar, y poder seguir sólo con ganas de vivir para mí y con ganas de estar sin él.

Hoy en día...

Organizar pagos, hacer citas, trabajar, trabajar, trabajar.
Descansar un poco. Reír de veras. Sonreír “de a mentis”

Respirar profundo y vivir con prisa.
Recordar lo eterno.
Besar, coger, decidir, olvidar... todo, en breve.

Es esto y tanto más lo que es la vida hoy en día

Pero mientras se pueda escribir y de vez en cuando pensar (o dejar de pensar o amar o dejar de amar), seguiremos viviendo hoy, suspirando ayer y obsesionándonos con mañana.

... de cuerpo y alma

Encuentro que ... “Se me va a hacer llagas este cuerpo solo (...)”*

Y no sé si sea la soledad solamente de cuerpo. Al final, el cuerpo no está tan sólo ... es el alma ... y luego hay quién no está en el cuerpo, y sí está en el alma.

El asunto aquí es que uno, humano, con cuerpo y alma, no puede tener sólo a alguien de alma, y no debe tener sólo a alguien de cuerpo.

Es por eso que te quiero a ti (quién sea que seas) con tu cuerpo y tu alma. Hoy elijo que seas tú el mío de cuerpo y alma.

Antes sólo escogimos a unos de cuerpo, o bien, teníamos a unos de alma. Pero de ambos; de romance del alma, pasión del cuerpo, amor del alma y deseo del cuerpo ... no hay, aún.

Esperare... con la tarde larga, el sueño leve, los ojos de agua, la sonrisa tímida, el cuerpo tibio y las manos frías.

Esperare a que llegues tú, en cuerpo y alma.

Entonces imaginé:
Tú con tus llagas de tiempo, yo con las mías de retiro. Nosotros abrazados al final, tocando las heridas. Juntamos la piel en las llagas que se curan unas a las otras, se hacen una.

Por la sangre se tocan las almas y por la piel se juntan los cuerpos


*Ya de que uno recurre a buscar poemas y se refugia en Sabines, se puede saber que el día sería largo, pausado... gris, con un poco de fe, lo pintaremos morado.

¿Otra vez igual?

Luces, música, sonrisas, carcajadas, amigas... ¡qué bellezas!
Una mirada, una conquista, una ilusión
¿Otra ilusión? ¡Otra vez no!
¿Será o no?

Just let it go sweetie!

How to know? … Don’t mind!

Lo quiero aquí. ¿Berrinche o necesidad?

Calma, Calma, Calma.