Hay veces que un día ... simplemente pasa.
¿Cuántas veces se puede suspirar, desear y querer con todas las fuerzas un día?
En mi caso ... Muchísimas.
Y de repente, un día, sin pensarlo... pasa.
De verdad. Así, sin pensarlo, cierras los ojos y dices: wow! así era el día.
El día ése en que habría de acurrucarme en unos brazos ya conocidos, ver tele, hablar, no hablar, cerrar los ojos, abrirlos.
Sí, abrirlos bien abiertos y ver que sigue ahí.
Debo resaltar que hoy que pasó ese día (ése que soñé y éste que viví hoy) las circunstancias no son iguales. No es que no fueran grandiosas... al contrario, fue de verdad un suspiro de emoción.
Mi cariño es diferente, mi deseo se siente de otra manera, mi sonrisa es por tantas otras razones, y al mismo tiempo, tuve un día, tan cercano a lo que tanto añoré.
Hoy puedo decir que tuve un día maravilloso. No lo esperaba. Lo viví.
Puedo sonreír y darme cuenta que viví un día excepcional. En realidad no pasó nada fuera de este mundo. No estoy segura de recordar este día por la eternidad.
Sin embargo, estoy segura que fue bueno, lindo, tranquilo... creo que se dice "apacible".
Hubo una época que lo desee con todas las fuerzas, que quería tenerlo para mí, por siempre.
Hoy, no fue por siempre, fue sólo hoy, fue sólo un día. Un día que tenía que vivir.
Que teníamos que vivir. Yo y tú, y el mundo. (fue intencional el Yo antes que tú, porque hoy yo estoy feliz de pasar el día contigo, pero yo voy antes que tú, y por éso, me puedo compartir de corazón a tí y a quienes yo decida que han de ser las personas para vivir los días)
Sé que los días que uno tanto añora, algún día, uno que no te lo esperes, habrán de pasar. Al menos éste, en el que escribo, es uno de tantos. Por esta lección, y con esta sonrisa, hoy iré a dormir y sabré que puedo mañana levantarme, disfrutar mi día, y saber, que todos aquellos momentos que me hacen iusión... en algún momento llegarán.
Mi consejo, para tí, seas quien seas, si me lees. Es que: sonrías hoy, imaginate mañana, disfruta desde este momento por el cielo azúl de hoy y espera por mañana en que la tarde sea rosa.
En resúmen diré: que uno tiene esas cosas que tanto añora sólo en aquel momento precioso en que Dios, la vida, el universo y nuestro propio corazón, así lo deciden. En aquel instante en que nos hace bien.
Por este día y esta convicción que me nace. Gracias.