Buscar el equilibrio en la vida es definitivamente algo complicado. Eso de encontrar el medio de las cosas es andanza de cada día. No sé si desde siempre, pero ahora, este proceso, se volvió evidente.
Aun cuando ya lo venía sintiendo desde hace algún tiempo, un día, como hoy, abrí los ojos, y me di cuenta que: Ser mujer, joven, y vivir en el siglo XXI exige mucho. Hay que encontrar la combinación perfecta entre ser cordial y misteriosa, dulce y apasionada, delicada y valiente, femenina y enérgica. Es decir, algo en mí me dice que debo de estar preparada… ¡para todo!
¿Por qué preparada para todo? Pues porque… ¡no me quiero perder de nada! Definitivamente no sé como será mi futuro. Tal vez me exija ser una profesionista constante, competitiva y audaz o igual, me pide la madurez, paciencia y delicadeza necesaria para cuidar una familia. No lo sé, con un poco de suerte, me exigirá las dos cosas, y con un poco de esfuerzo, estaré a la altura de ambos retos.
Es pronto para saberlo, pero el camino ya lo estoy recorriendo, estoy conociendo las reglas del juego, descubriendo el mundo y formando lo que soy. No tengo la menor duda que hay mucho que está de mi lado, muchas lecciones que ya he aprendido y que tengo el equipment necesario para conocer lo que me falte.
En fin, he decidido que aun cuando mi familia, mis amigos y el hombre maravilloso que comparte su vida conmigo me hagan sentir que soy única y especial, la verdad es que debe haber por ahí muchas chicas, como yo, tratando de estar preparadas para ser la mejor mujer que pueda necesitarse (tengo en mente ya unas cuantas). Además, afortunadamente, no estamos solas, y hay ahí unos cuantos Romeos a nuestro alrededor, luchando por ser el héroe que siempre se imaginaron y el príncipe que ellas esperan. En fin, todos con mucho que recorrer y sobre todo que aprender. Entonces pensé que, tal vez, podría compartir las experiencias de este trote junto con ustedes. ¿Me acompañan?
Aun cuando ya lo venía sintiendo desde hace algún tiempo, un día, como hoy, abrí los ojos, y me di cuenta que: Ser mujer, joven, y vivir en el siglo XXI exige mucho. Hay que encontrar la combinación perfecta entre ser cordial y misteriosa, dulce y apasionada, delicada y valiente, femenina y enérgica. Es decir, algo en mí me dice que debo de estar preparada… ¡para todo!
¿Por qué preparada para todo? Pues porque… ¡no me quiero perder de nada! Definitivamente no sé como será mi futuro. Tal vez me exija ser una profesionista constante, competitiva y audaz o igual, me pide la madurez, paciencia y delicadeza necesaria para cuidar una familia. No lo sé, con un poco de suerte, me exigirá las dos cosas, y con un poco de esfuerzo, estaré a la altura de ambos retos.
Es pronto para saberlo, pero el camino ya lo estoy recorriendo, estoy conociendo las reglas del juego, descubriendo el mundo y formando lo que soy. No tengo la menor duda que hay mucho que está de mi lado, muchas lecciones que ya he aprendido y que tengo el equipment necesario para conocer lo que me falte.
En fin, he decidido que aun cuando mi familia, mis amigos y el hombre maravilloso que comparte su vida conmigo me hagan sentir que soy única y especial, la verdad es que debe haber por ahí muchas chicas, como yo, tratando de estar preparadas para ser la mejor mujer que pueda necesitarse (tengo en mente ya unas cuantas). Además, afortunadamente, no estamos solas, y hay ahí unos cuantos Romeos a nuestro alrededor, luchando por ser el héroe que siempre se imaginaron y el príncipe que ellas esperan. En fin, todos con mucho que recorrer y sobre todo que aprender. Entonces pensé que, tal vez, podría compartir las experiencias de este trote junto con ustedes. ¿Me acompañan?
